Wellcome to the Freak Show
El nacimiento de niños montruosos siempre tuvo, en tiempos antiguos y posteriores, un significado fatal. En ciertas épocas se creía que algunos fenómenos de la naturaleza, como eclipses o cometas, tenían influencia en posteriores nacimientos monstruosos.
Generalmente a estos seres anormales se les ejecutaba brutalmente, normalmente en el momento del nacimiento.
El hombre-monstruo o “Freak” es el resultado de una desviación genética y han existido desde que las mismas especies existen.
Una cultura determina el status del freak según la interpretación que le de al origen del defecto. Si una cultura atribuye la desviación a la intervención sobrenatural esta se sacralizará y el rasgo anormal será una marca de santidad.
Más frecuentemente la sociedad se separa de los desviados y los aísla aparte del grupo. Este agrupamiento y aislamiento de los individuos promueve la perpetuación del estigma. Un ejemplo es el aislamiento de los epilépticos por parte de la Iglesia Católica por miedo de los demonios que causaban la epilepsia.
Tristemente, aquellos de nuestra especie que se encuentran fuera de los bordes de normalidad han sido observados, estudiados, explotados y exhibidos y más frecuentemente, temidos. En la edad media se les veía como prodigios, signos del poder de Dios sobre la tierra y eran explotados por entusiastas religiosos.
Más tarde se convirtieron en curiosidades científicas, probados, pinchados y diseccionados para profundos estudios. Durante el periodo de 1840-1920 dominaron los escenarios y fueron vistos como entretenimientos. Hoy son apartados por la sociedad detrás de los muros de instituciones especializadas. Los seres humanos que sufren deformidades congénitas representan una forma de monstruosidad que es incómoda de afrontar por nosotros a muchos niveles. Esta incomodidad visceral es indicativa de los tabús asociados con las mutaciones.
En el S.XVI comenzaron a organizarse espectáculos callejeros con estos seres para el divertimento del público. Los más tarde llamados “Freak shows” que anunciaban números de “monstruos” contribuyeron al éxito de estos espectáculos itinerantes. Por más de 100 años, esta atracción se convirtió en un apéndice indispensable de la cultura del Circo Americano.
Muchos freaks firmaban sus contratos y se exponían complacientemente, mientras que otros eran vendidos por sus padres o tutores al Freak Show. Aquellos que no tenían elección eran normalmente retrasados mentales o muy jóvenes; en ambos casos no eran capaces de comprender lo que les iba a ocurrir. Por otro lado, aquellos que elegían lucir su rareza lo hacían únicamente para ganar dinero, explotando la fascinación del público por lo inusual y generalmente se retiraban silenciosamente tras haber ganado suficiente dinero. Algunos eran demasiado retardados mentalmente como para tener conciencia de si mismos. ( más información... http://www.freaks.monstrous.com )
FREAKS, LA PARADA DE LOS MONSTRUOS
En 1.931, Tod Browning alcanzó un gran éxito con Drácula. Decidió volver a la M.G.M., en donde su amigo Harry Earles, un enano alemán, le sugirió la idea de adaptar el cuento de Tod Robbins "Spurs", en dónde se trata la venganza que un enano, artista de circo, se toma sobre la trapecista que le intentó burlar, casándose con él para robarle y burlarse de él.
Durante muchos años esta película estuvo prohibida en el Reino Unido, y las reposiciones desde que al poco de estrenarse se pudieron ver fueron muy escasas incluso en EE.UU.
Hoy es un clásico de culto, pero en su tiempo, "FREAKS" fue considerada demasiado horripilante y el ultrajado público obligó a que fuera retirada de las pantallas.
"Freaks" fue interpretado por personas con deformidades reales. No se utilizaron efectos especiales de maquillaje, excepto en una breve escena al final de la película.
Es destacable la figura de grupo que intenta reflejar el director en las relaciones internas de los "fenómenos de circo", que forma el verdadero trasfondo de la película: al principio explican que tienen un código que consiste en que el dañar a uno se dañará a todos los demás.
En la escena de la boda los "Freaks" aceptan a la trapecista en su círculo interno: se convierte en "uno de nosotros".
Cuando se dan cuenta del engaño en que ha sometido a su compañero Hans, su venganza hará literal ese título. Y esta parte es la única justificación de la calificación de esta película como perteneciente al género de horror.
Generalmente a estos seres anormales se les ejecutaba brutalmente, normalmente en el momento del nacimiento.
El hombre-monstruo o “Freak” es el resultado de una desviación genética y han existido desde que las mismas especies existen.
Una cultura determina el status del freak según la interpretación que le de al origen del defecto. Si una cultura atribuye la desviación a la intervención sobrenatural esta se sacralizará y el rasgo anormal será una marca de santidad.
Más frecuentemente la sociedad se separa de los desviados y los aísla aparte del grupo. Este agrupamiento y aislamiento de los individuos promueve la perpetuación del estigma. Un ejemplo es el aislamiento de los epilépticos por parte de la Iglesia Católica por miedo de los demonios que causaban la epilepsia.
Tristemente, aquellos de nuestra especie que se encuentran fuera de los bordes de normalidad han sido observados, estudiados, explotados y exhibidos y más frecuentemente, temidos. En la edad media se les veía como prodigios, signos del poder de Dios sobre la tierra y eran explotados por entusiastas religiosos.
Más tarde se convirtieron en curiosidades científicas, probados, pinchados y diseccionados para profundos estudios. Durante el periodo de 1840-1920 dominaron los escenarios y fueron vistos como entretenimientos. Hoy son apartados por la sociedad detrás de los muros de instituciones especializadas. Los seres humanos que sufren deformidades congénitas representan una forma de monstruosidad que es incómoda de afrontar por nosotros a muchos niveles. Esta incomodidad visceral es indicativa de los tabús asociados con las mutaciones.
En el S.XVI comenzaron a organizarse espectáculos callejeros con estos seres para el divertimento del público. Los más tarde llamados “Freak shows” que anunciaban números de “monstruos” contribuyeron al éxito de estos espectáculos itinerantes. Por más de 100 años, esta atracción se convirtió en un apéndice indispensable de la cultura del Circo Americano.
Muchos freaks firmaban sus contratos y se exponían complacientemente, mientras que otros eran vendidos por sus padres o tutores al Freak Show. Aquellos que no tenían elección eran normalmente retrasados mentales o muy jóvenes; en ambos casos no eran capaces de comprender lo que les iba a ocurrir. Por otro lado, aquellos que elegían lucir su rareza lo hacían únicamente para ganar dinero, explotando la fascinación del público por lo inusual y generalmente se retiraban silenciosamente tras haber ganado suficiente dinero. Algunos eran demasiado retardados mentalmente como para tener conciencia de si mismos. ( más información... http://www.freaks.monstrous.com )
FREAKS, LA PARADA DE LOS MONSTRUOS
EEUU (1932) 64 min Blanco & Negro Producida y Dirigida por Tod Browning
En 1.931, Tod Browning alcanzó un gran éxito con Drácula. Decidió volver a la M.G.M., en donde su amigo Harry Earles, un enano alemán, le sugirió la idea de adaptar el cuento de Tod Robbins "Spurs", en dónde se trata la venganza que un enano, artista de circo, se toma sobre la trapecista que le intentó burlar, casándose con él para robarle y burlarse de él.
Durante muchos años esta película estuvo prohibida en el Reino Unido, y las reposiciones desde que al poco de estrenarse se pudieron ver fueron muy escasas incluso en EE.UU.
Hoy es un clásico de culto, pero en su tiempo, "FREAKS" fue considerada demasiado horripilante y el ultrajado público obligó a que fuera retirada de las pantallas.
"Freaks" fue interpretado por personas con deformidades reales. No se utilizaron efectos especiales de maquillaje, excepto en una breve escena al final de la película.
Es destacable la figura de grupo que intenta reflejar el director en las relaciones internas de los "fenómenos de circo", que forma el verdadero trasfondo de la película: al principio explican que tienen un código que consiste en que el dañar a uno se dañará a todos los demás.
En la escena de la boda los "Freaks" aceptan a la trapecista en su círculo interno: se convierte en "uno de nosotros".
Cuando se dan cuenta del engaño en que ha sometido a su compañero Hans, su venganza hará literal ese título. Y esta parte es la única justificación de la calificación de esta película como perteneciente al género de horror.
2 Comments:
Genial, ya era hora de que regresaras a esta morada cibernética ;-) y qué mejor que con este tema y hablando de una película que me gusta mucho.
Welcome to the freak show (y por cierto, qué tal el vídeo "Never enough" de nuestros adorados The Cure?)
Un besazo, brujita mía.
Yo hace tiempo q vi la peli de "Freaks" y me parecio muy buena. Es cierto q refleja el espiritu de union entre los afectados dentro del circo.
Además, creo q hoy en dia incluso hay gente q no esta preparada xa ver este tipo de pelis por las deformaciones de los personajes q en ella hay.
No se si hoy en dia siguen naciendo niños con estas carencias... si los hay, no los vemos... aunque xa caso el de Chernobil, q de ahi salieron y siguen saliendo nacimientos de niños deformes.
Una entrada de lo mas interesante Ana, me ha gustado leerlo.
Besines :**
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